Ya no quiero
artefactos en mi vida
campeones de fútbol en mis senderos
triunfadores elegantes
ni esquimales rosados.
Sí,
no quiero
golpes de un suelo que ya no amo.
Sólo quiero
repartir soles de abrazos
comer contigo un asado bajo el mar que tanto amo
disfrutar del viento huracanado
de la llovizna del tifón
mecerme con el tembloroso bostezo de la tierra
arrullarme en el sol.
Sí
eso quiero
paradojas insanas
rupturas infranqueables
caminos hilarantes
todo, en un instante.
Quiero
recoger objetos que reman
estacas que florecen en el pecho
abrazos tranquilos
enormes y movedizos
amplios y calipsos
que me cierren los ojos amarillos.